Loveless (Final Fantasy VII)
Prologo
Cuando la guerra de las bestias provoque el fin
del mundo, la diosa descenderá del cielo.
Con sus alas de luz y oscuridad extendidas,
nos guiará hacia la dicha y su don será eterno.
Canto I
El misterio infinito.
Buscaron los tres hombres el don de la diosa.
Mas sus destinos la guerra separó.
Uno fue héroe, otro vagó por la tierra...
El último, prisionero cayó.
Pero a los tres unía su solemne juramento:
buscar la respuesta juntos, una vez más.
Canto II
Aunque el reo escapa, con graves heridas carga.
Mas su vida auxilia de patria rival.
Comienza así la vida en retiro de ambos,
que pareciera albergar promesas de eterna dicha.
Pero tanto la felicidad creciera, como la culpa surgiere.
Pesada carga, el pesar de promesas incumplidas.
Canto III
La guerra trae impasible la destrucción del mundo.
El prisionero parte con su nuevo amor,
ambos embarcados en un nuevo periplo.
Le guía la esperanza de que el don le dará la dicha.
También el juramento contraído con sus hermanos.
Ninguna promesa compartieron los enamorados,
pues en sus corazones sabían que se reencontrarían.
Cuando la guerra de las bestias provoque el fin
del mundo, la diosa descenderá del cielo.
Con sus alas de luz y oscuridad extendidas,
nos guiará hacia la dicha y su don será eterno.
Canto I
El misterio infinito.
Buscaron los tres hombres el don de la diosa.
Mas sus destinos la guerra separó.
Uno fue héroe, otro vagó por la tierra...
El último, prisionero cayó.
Pero a los tres unía su solemne juramento:
buscar la respuesta juntos, una vez más.
Canto II
Aunque el reo escapa, con graves heridas carga.
Mas su vida auxilia de patria rival.
Comienza así la vida en retiro de ambos,
que pareciera albergar promesas de eterna dicha.
Pero tanto la felicidad creciera, como la culpa surgiere.
Pesada carga, el pesar de promesas incumplidas.
Canto III
La guerra trae impasible la destrucción del mundo.
El prisionero parte con su nuevo amor,
ambos embarcados en un nuevo periplo.
Le guía la esperanza de que el don le dará la dicha.
También el juramento contraído con sus hermanos.
Ninguna promesa compartieron los enamorados,
pues en sus corazones sabían que se reencontrarían.
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